CASCOS POLARES *Ana Patricia Moya*




Sé que no vas a regresar,
sé que crees que soy fría
-tengo la calidez de un iceberg-
y que me imaginas, en estos momentos,
en el sofá, cubierta de mantas viejas,
viendo películas románticas de bajo presupuesto
con el estómago lleno de palomitas y helado de chocolate
y sin embargo, aquí estoy, continuando rutinas domésticas
sollozando sólo cuando la lejía penetra profundamente en./ mis fosas nasales
o cuando me niegan la oportunidad laboral por ser mayor / de treinta.
Fuiste un capítulo breve de una novela de segunda mano
-o, peor aún, un episodio piloto de final predecible-,
no olvides que no se puede echar de menos
algo que nunca se ha tenido.

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