Tantas veces me mataron,
tantas veces me morí,
sin embargo estoy aquí,
resucitando.
Gracias doy a la desgracia
y a la mano con puñal,
porque me mató tan mal
y seguí cantando.
Tantas veces me borraron,
tantas desaparecí,
a mi propio entierro fui sola y llorando.
Hice un nudo en el pañuelo,
pero me olvidé después
que no era la última vez
y volví cantando.
Tantas veces te mataron,
tantas resucitarás,
tantas noches pasarás,
desesperando.
A la hora del naufragio
y la de la oscuridad
alguien te rescatará,
para ir cantando.
Cantando al sol como la cigarra,
después de un año bajo la tierra,
igual que sobreviviente
que vuelve de la guerra.
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