Mientras tú existas,
mientras mi mirada
te busque más allá de las colinas,
mientras nada me llene el corazón,
si no es tu imagen, y haya
una remota posibilidad de que estés viva
en algún sitio, iluminada
por una luz —cualquiera...
Mientras yo presienta que eres
y te llamas así, con ese nombre tuyo
tan pequeño, seguiré como ahora,
amada mía, transido de distancia,
bajo ese amor que crece y no se muere,
bajo ese amor que sigue y nunca acaba.
Comentarios
Publicar un comentario