PARÍS, TEXAS *Claudia Masin*



Me gustaría contarte lo que veo, 
hablarte de los hoteles abandonados 
apareciendo de la nada en el medio de la carretera 
como castillos solitarios cuyos puentes levadizos 
hubieran sido dinamitados hace tiempo. 

Me gustaría contarte lo que veo,
pero es imposible hallar un dolor 
que condescienda a ser narrado. 
¿Vale la pena entonces, emprender tan largo viaje 
para ir de un extremo a otro del silencio? 

También es imposible callar por completo: 
sé que terminaré por llamarte,
como se llama a alguien cuando se está a oscuras,
sin el auxilio de la voz, un estremecimiento semejante 

al de esas luciérnagas que al chocar 
contra un parabrisas en la ruta,
se deshacen esparciendo una nube pequeña de polvo y luz, 

y ésa -quizás- es su idea de un encuentro.

Comentarios