VUELVO A 1937 *Sharon Olds*



Los veo en la entrada de la universidad,
veo a mi padre 
bajo el arco de piedra ocre 
con las tejas rojas brillando como platos 
de sangre inclinados detrás de su cabeza, 

veo a mi madre con unos pocos libros sobre la cadera
parada contra la columna de ladrillitos,
con el portón de hierro todavía abierto detrás, 
las puntas de las espadas bajo el viento de mayo.
Están a punto de graduarse, están a punto de casarse,
son chicos, son tontos, lo único que saben es
que son inocentes, nunca le harían daño a nadie.
Quiero acercarme y decirles paren,
no lo hagan -ella es la mujer equivocada,
él es el hombre equivocado-, van a hacer cosas
que ni se imaginan que podrían hacer,
van a hacerles cosas malas a sus hijos,
van a sufrir de un modo del que nunca oyeron hablar,
van a querer morirse. 

Quiero acercarme a ellos, ahí bajo esa luz de fin de mayo, y decírselo,
que la cara de ella, linda y hambrienta se dé vuelta a mirarme,
con su cuerpo hermoso y lamentable intacto,
que la cara de él, apuesta y arrogante, se dé vuelta a mirarme,
con su cuerpo hermoso y lamentable intacto,
pero no lo hago. Quiero vivir. 
Los levanto como los muñecos de papel, macho y hembra, que son
y los froto a la altura de la cadera como astillas de pedernal, 

como para sacarles chispas, 
les digo hagan lo que estaban por hacer, que yo voy a contarlo.

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