los bosques de esperar
lenguas azules que nos despierten
al dolor de los pezones.
No somos elegidas
de los dioses para la transparencia:
ellos también son cuentos.
Porque la poesía,
igual que los sepulcros de cristal o ser mujer,
no será nunca un don.
No nos hace más nubes, ni más madres,
ni ha de encontrarnos siempre trabajando.
A menudo, nos halla menstruando,
lenguas azules que nos despierten
al dolor de los pezones.
No somos elegidas
de los dioses para la transparencia:
ellos también son cuentos.
Porque la poesía,
igual que los sepulcros de cristal o ser mujer,
no será nunca un don.
No nos hace más nubes, ni más madres,
ni ha de encontrarnos siempre trabajando.
A menudo, nos halla menstruando,
acariciando gatos sucios.
Sacando la basura.
Sacando la basura.
Muy bueno este poema, gracias por traerlo a tu blog.
ResponderEliminarEsta mujer escribe con todos los órganos vitales 😊
EliminarGracias a ti, un abrazo.